9/08/2017

7/27/2017

Ginger and migraines

Ginger as Effective as Synthetic Drug in Migraine, but Without the Side Effects

Ginger as Effective as Synthetic Drug in Migraine, but Without the Side Effects
Originally published on doctormurray.com.
The healing effects of ginger are well-documented, and now new data shows the efficacy of ginger on migraine headaches. 
Introduction:
Migraine headaches are estimated to affect over 28 million Americans. These headaches are caused by excessive dilation of blood vessels in the head and are characterized by a throbbing or pounding sharp pain.
The standard medical approach is the use of over-the-counter (OTC) and prescription (Rx) drugs. The OTC options are pain relievers alone or in combination such as the combination of acetaminophen, aspirin and caffeine. OTC choices are usually of limited benefit, especially in more severe cases.
The most popular Rx drugs are the triptans. These drugs work by constricting blood vessels as well as blocking pain pathways in the brain. Sumatriptan (Imitrex) is regarded as the gold standard of these drugs as it has the longest track record and is the most studied. It brings about almost immediate relief for many patients, but headache recurs in almost 40% of people within 24 hours after taking the drug. Minor side effects of triptans include nausea, dizziness, drowsiness and muscle weakness. But, these medications can also cause more serious side effects such as coronary artery spasms, heart attacks, stroke, abnormal heart beats, and seizures.
There are a number of dietary and supplement strategies that have been shown to be effective alternative treatments in migraine with success rates often superior to standard therapy. In particular, a new study compared ginger powder head-to-head with Sumatriptan. Ginger showed equal effectiveness, but a better safety profile.
Background Data:
Historically, the majority of complaints for which ginger was used concerned the gastrointestinal system. Ginger is generally regarded as an excellent carminative (a substance that promotes the elimination of intestinal gas) and intestinal spasmolytic (a substance that relaxes and soothes the intestinal tract). Several double-blind studies have shown ginger to yield positive results in a variety of gastrointestinal issues, especially those related to nausea and vomiting.
Ginger was also used historically in pain and inflammation. Some, but not all clinical studies have supported this use with positive results in various forms of arthritis, chronic low back pain, painful menstruation, and muscle pain. The active compounds of ginger are the volatile, aromatic compounds like gingerol.
Ginger has also been shown to exert a number of very interesting anti-inflammatory effects in experimental studies. Early studies in the treatment of migraine headaches were promising, but most were conducted with a combination product containing ginger extract and feverfew.
New Data:
In a study conducted in Iran, a team of neurologists compared ginger and sumatriptan in 100 men and women who had suffered migraines for an average of seven years. The patients were randomly assigned to either the ginger group or the sumatriptan group. They were given a box of 5 caplets containing their test medication (250 mg caplet of dried ginger powder or an identically looking caplet containing 50 mg of sumatriptan in a double-blind fashion. Neither the participants nor the observers knew which caplets the patient was taking until the study was completed. Patients were instructed to take a caplet as soon as a migraine started.
For each headache that occurred during that month, participants recorded the time the headache began, headache severity before taking the medication and degree of pain relief at 30, 60, 90 and 120 minutes as well as 24 hours after taking it.
Results showed that ginger was equally as effective as sumatriptan achieving 90% relief within two hours after ingestion. While ginger had a very small percentage (4%) experiencing minor digestive symptoms, 20% of patients taking sumatriptan reported dizziness, drowsiness, or heartburn.
Commentary:
The dosage of ginger used in this study was very low (250 mg dried ginger root). Higher dosages more than likely would have produced even better results. Most clinical studies have used a dosage of 1g powdered ginger daily. My feeling is that fresh ginger at an equivalent dosage would yield even better results because it contains active enzymes and higher levels of other more active constituents as well. This equivalent dosage would be about 10g or one-third ounce fresh ginger, roughly a quarter-inch slice. The best method to take advantage of fresh ginger is to juice it. Ginger is a great addition to virtually every fresh fruit and vegetable juice. You can also juice or grate fresh ginger and add it to sparkling mineral water for some real ginger ale.
Fresh ginger can now be purchased in the produce section at most supermarkets. It is a phenomenal, easy available super natural medicine. When buying fresh ginger, the bronze root should be fresh looking, with no signs of decay like soft spots, mildew, or a dry, wrinkled skin. Store fresh ginger in the refrigerator.
Reference:
Maghbooli M, Golipour F, Moghimi Esfandabadi A, Yousefi M. Comparison between the efficacy of ginger and sumatriptan in the ablative treatment of the common migraine. Phytother Res. 2014 Mar;28(3):412-5.
Disclaimer: This article is not intended to provide medical advice, diagnosis or treatment. Views expressed here do not necessarily reflect those of GreenMedInfo or its staff.

2/14/2017

La cigarra y la hormiga

Era un caluroso día de verano y la cigarra se hallaba sentada en una brizna de hierba
disfrutando del sol. “Es tan agradable esta época del año”, suspiraba. “No puedo entender
por qué están todos trabajando. Deberían seguir mi ejemplo y disfrutar del buen tiempo.”


De pura felicidad comenzó a saltar de aquí para allá. Saltó por encima de una diminuta
hormiga negra que luchaba por arrastrar un grano de trigo hasta su despensa.

-Deja ya de trabajar tanto -le gritó la cigarra- Ven y aprovecha este hermoso día.

La hormiga le miró y dijo:
-Es que pienso en el mañana. Y tú también deberías hacerlo. Si no empiezas ahora a
almacenar alimentos, no tendrás comida para pasar el invierno.

La cigarra se rió
-Piensa mejor en el presente, -le respondió.

– Una mañana, algunos meses después, la cigarra se arrastraba por la tierra helada.
Tenía tanto frío y tanta hambre que apenas podía moverse.

Al pasar junto a un grupo de hormigas, vio que estaban dando cuenta de un buen
desayuno de trigo.

-Oh, por favor, dadme un poquitín de vuestra comida -les suplicó- Vosotras tenéis mucho
y yo no tengo nada.

-Te conozco -gritó una de las hormigas- Tú te reías cuando yo te dije que fueses
previsora. Piensa en el presente, me decías. Pues bueno, vé y consigúete tu propia
comida ahora. Y la hormiga le dio la espalda y terminó su desayuno.


Una cigarra o chicharra de verdad

1/06/2017

Un niño y dos pájaros

Un hermoso día de primavera, en aquel bonito jardín trasero de la casa, recorría el césped con pasos rápidos, un simpático pájaro, un hornero, conocido por sus habilidades para construir su nido con barro. Buscaba bichitos o lombrices y al final de su visita, se llevaba un trozo de barro húmedo, para continuar su nido.


Dentro de la casa, en una espaciosa habitación, separada del jardín por un ventanal de vidrio, jugaba un niño. Intentaba construir animales con unos ladrillitos conocidos como LEGOS, digo intentaba ya que los resultados obtenidos hasta ese momento no eran muy buenos.

Una intervención especial hizo que aquel pajarito, el hornero, comenzara a golpear el vidrio con su pico. Al comienzo con poca fuerza, luego con golpes sonoros e insistentes. Finalmente logró despertar la atención del niño.

Con algunos ladrillos en la mano, sentado en el suelo, lo miraba sin comprender. Ojos grandes, boca entreabierta, con la vista fija en el vidrio que golpeaba el animalito. De pronto se acercó al vidrio y puso una mano en el sitio donde el pico del pájaro golpeaba. Este se detuvo, aunque no se alejó, por el contrario recostó su pico contra el vidrio y observaba al niño, moviendo su cabeza de un lado al otro.

Parecía querer que acercara la otra mano, la que continuaba sosteniendo un ladrillito. De alguna forma logró trasmitirle su deseo al niño. Este colocó el ladrillito pegado al vidrio y el pájaro parecía intentar tomarlo con el pico. Al mismo tiempo levantaba un ala y la mantenía así por unos segundos, luego levantó la otra e hizo lo mismo. Picoteando suavemente el vidrio y la mano del niño, se alejó unos centímetros. Gorjeaba dando saltitos.

En un mundo de adultos se diría que "como por arte de magia" el niño comenzó a pegar ladrillitos, de tal forma que armó un ala, la dejó sobre una mesa y reunió otra tanda de ladrillos, para armar otra ala, de forma opuesta a la primera. Afuera el ave saltaba y cantaba con gran alegría.


Así, en forma bastante rápida y real, fue formando la cabeza, el cuerpo, la cola y unas pequeñas patas. En sus manitos apareció una construcción con ladrillos que se asemejaba mucho a un pájaro con las alas abiertas.

Entonces el niño abrió la puerta ventana y salió. El hornero solo se alejó un poco. El niño depositó su ave en el piso, cerca del pájaro, le sonrió y se separó digamos que un metro. Seguía mirando fijamente al pájaro y adelantando un brazo, le señaló su obra.

En pocos instantes ocurrió algo que es muy difícil de imaginar. El hornero se acercó al pájaro del niño, al pájaro Lego, lo tocó varias veces con su pico, lo tomó con una de sus patas y voló. Si, se llevó al pájaro del niño hasta un sitio más elevado.


Encima de un muro de ladrillos, cubierto de plantas tipo enredadera, se produjo el siguiente "acto de magia". Es probable que una luz especial iluminara el sitio, entonces el pájaro "de plástico" se movió, primero lento y luego rápido. Giraba la cabeza de un lado al otro y movía las alas. Incluso se elevó por el aire.

El hornero revoloteaba a su alrededor como enseñando y alentando. El niño entre asombrado, algo asustado y nervioso, extendía sus brazos y corría hacia ellos, sin gritar. Para su alegría el pájaro "plástico" dió apenas algunas vueltas más en el aire y finalmente se posó en uno de sus brazos.

El niño, no sin nervios, lo tomó entre sus manos y se dió cuenta de que algo había cambiado, el pájaro ya no se movía. Nuevamente era el pájaro Lego que el había construído. Lo observaba con sus ojos muy abiertos, con algo de tristeza, aunque también con alegría.

Sin que el niño se diera cuenta, el hornero levantó vuelo, se posó en el muro, gorjeó alegremente batiendo las alas y se fue. 

Al darse cuenta, el niño regresó dentro de la casa.


Sentado en un sofá, se mantuvo en silencio, observando su pájaro y cada poco haciéndolo volar con sus manos. Así pasó un buen rato. Entonces se oyó el ruido de las llaves en la puerta de entrada, llegaba su madre. Corrió con todas sus fuerzas hacia la puerta gritando "mami, mami!!!!  

En una mano el pájaro de LEGO y en su cabecita una gran historia, difícil de contar.